El gran escritor inglés Oscar wilde dijo:
“No hay una segunda oportunidad para una primera impresión”
Imagen Personal
Nuestra
imagen personal es nuestra Carta de Presentación. La primera impresión
que se lleva alguien de nosotros es crucial para definir el cauce que
tendrá la posible relación que allí se inicia. Desde la postura
corporal, los gestos, nuestra actitud, hasta el tipo de ropa que
vestimos, los zapatos que utilizamos, la pulcritud de nuestra
indumentaria, la manera en que nos dirigimos hacia las personas para conversar, todas éstas caracteristicas hablan de nuestra personalidad. Es fundamental que
cuidemos todos los detalles y mostremos una imagen armónica, que
contemple tanto la parte física como nuestra calidad humana.
¿Como se juzgan las primeras impresiones?
¿Cuántas
veces ha pasado que juzgamos negativamente a alguien porque eso es lo
que nos transmite su imagen? Tal vez con el tiempo nos damos cuenta de
que la imagen que vimos no coincidía con la forma de ser de esa persona,
pero, ¿cuánto tardamos en cambiar esa percepción? El descuido, la
desprolijidad, la forma de hablar, cada uno de esos detalles está
hablando sobre nosotros mismos.
Primera impresion… tu carta de presentación
En
el ámbito profesional, además de ser nuestra Carta de Presentación a
nivel personal, lo es también de la empresa. La persona que está
representando a su organización, da la primera impresión de la empresa a
la cual pertenece a través de su imagen personal.
Tenemos la
oportunidad de ser cuidadosos y obtener beneficios en nuestras
relaciones sabiendo cómo presentarnos. Además de tener una nueva
herramienta con la que optimizar nuestro desempeño, tanto en el ámbito
profesional como personal, nos sentiremos mejores nosotros mismos.
En arquitectura existe una teoría que dice que la primera impresión
es la que el cerebro guarda como imagen representativa de todo lo que ve
por primera vez, ahora bien, si trasladamos este concepto a otros
aspectos de la cotidianidad, resulta sorprendente a las conclusiones que
podemos llegar, un caso por citar es cuando conocemos a una persona que
goza de mala fama por tener carácter fuerte y que desde el primer día
que lo conocemos, tan solo le miramos el lado amable, después nos
resultará imposible creer que es una mala persona.
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